Treko y el Slow Fashion

Cuando partí con Treko, mis conocimientos de moda se remitían a ser una simple usuaria de ésta. Me defino como una consumidora de prendas básicas, usables en toda ocasión y en cualquier época del año.

 

Como ya saben, la primera aproximación a Treko se redujo a la compra y posterior venta de chalecos, sin mediar ningún tipo de conocimiento respecto de materiales o procesos de fabricación. En ese sentido, la primera gran escuela fue la misma fábrica con la que trabajo hace ya 3 años. Mujeres generosas que además de concretar mis deseos en términos de modelos, se han dado el tiempo de enseñarme conceptos y características del proceso. Ahí he aprendido de hilados, hebras, puntos, máquinas, terminaciones, medidas, tallajes, tiempos de producción y calidades.

 

Por mi cuenta he estudiado otras cosas, también necesarias para armar y hacer funcionar un negocio y entre todo eso llegué a un concepto que no conocía para nada, pero que me hizo sentido inmediatamente: El Slow Fashion o Moda Lenta, que es lo contrario al Fast Fashion o Moda Rápida y es parte del “Movimiento Lento”, que promueve la fabricación consciente de prendas vestir y otros productos,  fomentando a su vez el consumo responsable. Básicamente, la propuesta es a tener lo que se necesita esperando que la industria produzca en menores cantidades y asegurando  el bienestar de quienes participan del proceso de fabricación y también del Medio Ambiente y quienes lo componen. 

 

 ¿Y qué tiene que ver con Treko? Que sin darme mucha cuenta, de repente supe que Treko era parte activa de este movimiento y que sin proponérmelo, estaba vendiendo chalecos y otros productos fabricados con materiales de calidad, de origen noble, hechos por manos chilenas  y en fábricas con una gran tradición de trabajo. Entendí que estaba comercializando un producto regional, dando trabajo y apoyando el comercio local. Haciendo funcionar una gran cadena que involucra personas y materias primas nacionales; conociendo  y compartiendo con quienes son parte de la fábrica y tomando conciencia que yo misma soy parte del proceso.

Del Slow Fashion:

  • Creemos que la ropa de buena calidad puede durar años y arreglarse una y otra vez y heredarse.
  • Creemos en que la calidad tiene su precio y hay que estar dispuesta a pagar por ella. 
  • No queremos colecciones de miles de chalecos iguales. Aquí los modelos y colores se agotan rápido porque se hacen poquitos y se van fabricando en la medida de la demanda. 
  • Trabajamos con materiales de calidad, buscando que el chaleco que compraste este año, lo uses también el siguiente y el siguiente, y al año siguiente tu hija o tu hermana o quien sea. 
  • Preferimos ir sacando de a uno  los modelos de cada temporada, que reventar la cadena de operarios para lograr tener una colección gigante de una vez. 

 

Lilly Witt R.

Fundadora Treko Tejidos